Desde Lisboa pondremos rumbo a tres de los lugares turísticos más emblemáticos de esta región que nos transportarán a un auténtico viaje al pasado.

Empezamos visitando el Palacio Real de Queluz, que fue una de las diversas residencias de la familia real. Construido en estilo barroco, es una muestra de la arquitectura portuguesa de finales del siglo XVIII.

De ahí nos dirigiremos a Nazaré, uno de los destinos playeros más internacionales de Portugal y villa pesquera tradicional, que ofrece numerosas opciones de ocio.

Para finalizar disfrutaremos de la villa portuguesa de Óbidos y sus murallas, desde las que obtendremos una de las mejores panorámicas de este pueblo medieval.

Además, su castillo forma parte de las Siete Maravillas de Portugal que engloban los monumentos más relevantes del patrimonio portugués.

En la Rua Dereita, repleta de tiendas de artesanía local, podremos probar la típica Ginjinha, licor de guindas servido en vasos de chocolate.

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